Por Jorge Colmán
Hasta mediados de la década del 60, muchas familias de nuestras localidades debían recurrir a la compra de hielo para conservar los alimentos. Las heladeras eran un artículo de lujo, reservado para familias acomodadas, y en algunos casos funcionaban a kerosene.
En los inicios de los barrios de Malvinas Argentinas, la electricidad no llegaba a todas partes. Los loteos ofrecían apenas los cuatro mojones de la parcela y nada más. Fueron las sociedades de fomento las que se encargaron de gestionar, ante la empresa SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) y el Estado, la llegada de la luz a las nuevas zonas pobladas.
Imaginemos entonces un mundo sin electricidad y sin heladeras eléctricas: el hielo era la única manera de conservar alimentos perecederos. Todo empezó a cambiar hacia fines de los años 60, cuando la llegada masiva de la electricidad permitió el acceso a la “línea blanca” y la popularización de las heladeras domésticas.
¿Cómo se hacía antes?
Las familias compraban grandes barras de hielo, como las que se ven en las fotos de la época. Podían encontrarse en comercios específicos o se vendían en la calle. Para prolongar su duración, las barras se envolvían en arpillera o tela gruesa y se colocaban en cajones o conservadoras que hacían de improvisadas heladeras. Allí se guardaban la leche, la carne, la manteca o las verduras.
En muchos barrios, la llegada del camión de hielo era todo un acontecimiento cotidiano: el vendedor cortaba los bloques con una sierra especial y los trasladaba con pinzas de hierro. Los chicos se agolpaban a mirar y, si había suerte, pedían un pedacito de hielo para “chupar”, como si fuera una golosina.
El negocio del hielo fue próspero durante décadas, pero entró en declive en los años 70, cuando la electricidad ya estaba instalada en casi todas las viviendas y la heladera pasó a ser un electrodoméstico común.
La historia detrás de la imagen, los vecinos hacen historia
Elena Belingueres nos comenta cómo era la vida cotidiana sin heladera “Tenía más o menos 3 o 4 años y recuerdo que la heladera era de madera, adentro el hielo, la leche, la manteca, los pocos alimentos que entraban en ese pequeño “cajón con puerta”. Tenía 7 años cuando llegó una heladera a casa, las hacía un vecino, las armaba con un motor y un pequeño congelador donde entraban solo un par de cubeteras. Tengo 75 años”
¿Recordás la época previa a la llegada de la electricidad? ¿Comprabas hielo en tu barrio? ¿Qué anécdotas tenés de aquellos tiempos?
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