"El Rincón de los Gauchos", una obra con mucha historia local


Por Jorge Colmán. Un colaborador me acerco esta pieza literaria de Miguel Pizzio publicado en su blog personal, al leerlo me di cuenta de la enorme cantidad de referencias históricas locales que contenía. Publicarlo en la red Facebook trajo al presente datos que desconocía y que merecen ser recordados en la historia de Grand Bourg.

"EL RINCÓN DE LOS GAUCHOS"   

Un cuento®  de Miguel Pizzio

La esquina del bar parecía una cuña metida en el paisaje, y alardeando sobre la ochava el dintel rezaba: "El Rincón de los Gauchos".  En letra más pequeña un improvisado letrista agregó así: Bar y Villares.

Todo el pueblo conocía ese lugar frente a las vías de la Parada 1º de Mayo como "El bar de Espina", por ser ese su dueño, y un palenque de quebracho colorado era  porfiado y lustroso centinela.

En este palenque ató su zaino un día el Vasco Altamiranda, gaucho de Moreno que sabía venirse para el Tambo "La Juanita" de vez en cuando.

— ¡Ché, gurí! —dijo el Vasco colgándose el arriador en el hombro— damelé agua al zaino y tomáte un "naranjín". Pero no le saqués el apero que me voy enseguida.

— ¿Y pa'nde va? si se puede saber...

— A lo' Resler, enfrente e' la canchita. Me caso con la Rosaura y estamos de fiesta.

— ¡Ah..! ¡Con razón! Sií...  yo vi que temprano estaba Giuliano el tambero poniendo un toldo al costao e' la cancha e`bocha —dijo el muchachito mientras le sacaba al caballo unos abrojos de la cola.

— ¡Y..! ¡Se va'poner buena la cosa! Viene la Típica de Fronterita con Gallizzi. ¡Y después meta chamamé, bocha y taba, hasta que las velas no ardan!

— ¡Pero vea que lindo Don Altamiranda! Sií... yo lo vi al tano de la herrería, poniendo unos ganchos pa' colgar los"Radiosol". ¡Pero vea...! ¡Si estaba lleno e' damajuanas de kerosén pa' los "soldenoche"!  El Vasco Altamiranda entró al Bar de Espina.

Acodado en el mostrador, transpirando ginebra y malos modales, estaba el "Chana", el mismo que obnubilado y eructando alcohol acuchilló al camello del Gran Circo Scop-Rumano porque dijo que era "un caballo monstruoso".

Una botella vacía de Ferro Quina Bisleri dibujó en la tabla su redondel mojado y dos moscas abrevaban en el filo de un vaso pegajoso.

Cuando el Vasco saludó sacándose la boina, el Chana lo encaró empuñando cuchillo de doble filo.


Se sintió un gemido prolongado y el buenazo de Altamiranda se hizo largo en los ladrillos del piso.

—¡Mierda! —pensó el Vasco— morirme en este piso hecho con tierra mal habida por "ladrilleros en campo ajeno"...  qué indignidá ... y está húmedo  —(era su sangre)— ...y...tá...humm...doo...—quiso repetir en su cabeza para sentir que estaba vivo, pero su cabeza ya no pensaba.

— ¡Han matao al pobre hombre como a un chancho! —gritó Ventura Crebay que estaba afuera en la vereda.

— Lo vide pálido caer al crestiano —dijo uno.

— ¡Muerte inútil carajo! Y fue un chuzazo jodido... ¡si sabré yo d'eso! —pensó sin hablar un gaucho de Navarro que estaba de paso y lo nombraban Moreira.

— ¡Lo hizo de borracho nomás! —opinó Don Taborda, el que vive al costado de la vía como yendo al Vivero Diharce.

— Lo hizo por la Rosaura —dijo el viejo Duilio, que tenía en brazos al Juancito.

Pero como al mes, una día con el sol en hora que no da sombra... apareció el Vasco Altamiranda, el del Cuartel V de Moreno, ¡el mismo!  Bien montado y con la Rosaura enancada.

El "Rincón de los gauchos" se hizo un hueco; el paisanaje espantado retrocedió abriendo camino al espectro.

Pancho Molina, el que atajaba para Petroleros, dijo por lo bajo: — ¡Pero si el Chana lo pasó a mejor vida!


— ¡Es un fantasma tráido por los chimangos! —dijo el marido de "La Paraguaya" de la curva de Los Patos.

— ¡Dios libre y guarde! ¡Es cosa e' Mandinga! —balbuceó el marido de la Leonor Fabre de Km 38, acomodándose los anteojos.

— ¡Nada d'eso! —dijo Altamiranda corriendo una silla para la Rosaura.

¡De pronto tembló el piso como presagio..!  

La locomotora a vapor del tren lechero pitó fuerte y vomitó blanco.

El Chana estaba arrecostado contra la pared tapando la propaganda de "Calentadores Bram-Metal".

Cuando el vagón de cola del tren lechero se empequeñeció en la vía, se hizo como un silencio de miedo...

Altamiranda encaró al Chana bien de frente: — ¡Hij'unagramputa!! ¡Borracho e' mierda! ¡Grandote al pedo!! ¿Por qué no me madrugás áhura? ¡Y te'estoy dando ventaja pa'que peliés! ¿Y sabés por qué volví? — clavó una mirada de hielo que laceró las pupilas etílicas del Chana— Volví porque en el cielo no hay palenque pa' mi zaino... ¡ni escupidera pa' vos!

Y desgranando las palabras de a poco y de a una; como una maldición le mandó: — ¡En la puerta e' tu rancho t'espera el Diablo!

Dicen que al Chana nunca más se lo vió por Parada 1º de Mayo.

Allá andaban Fronterita y Gallizzi de musiqueros y se escuchaba por ahí:

Volvió el Vasco e' Moreno

y va camino pa' "La Juanita",

espera que haiga palenque

¡o seguirá pa' Tortuguitas!

Asustao anda el Chana,

no quiere volver al rancho

porque l'ospera el Gran Diablo

¡bien disfrazau e' carancho!

Por muchos años el caserío fue para el ferrocarril Gral. Belgrano nada más que un "apeadero", luego obtuvo el rango de "parada", pero el día que dejó de llamarse "1º de Mayo", empezó a ser la Estación Grand Bourg. 

Publicado en https://miguelpizzio.es.tl/EL-RINC%D3N.htm

Las ilustraciones son pinturas de Molina Campos, que de paso sea dicho, vivía en Moreno. 

Bar de Espina: También conocido popularmente como “La Puñalada”. Funcionó en la esquina de Francisco Beiro y Batalla de Chacabuco.

Estación Km 38. Actual Estación de Tortuguitas.

“Vasco Altamiranda”

Tambo “La Juanita”. Tambo de Martingaste  Vasco apodado "Patalarga", con los nuevos dueños será conocido como "La Juanita”. 

Giuliano "el tambero". Tenía su emprendimiento entre Callao, Bouchard y Francisco Beiro. 

“Ladrilleros en campo ajeno”. Los fondos de Grand Bourg y Tortuguitas tuvo una importante actividad de ladrilleros que marcaron la historia del barrio.

Tortuguitas. Estación del FCGB Norte, vecina de Grando Bourg

Típica de Fronterita y Gallizzi. Grupo musical de la época

Ventura Crevay: Comerciante de la localidad.

Resler. En su casa se realizaban partos y curaciones de urgencia (antes de la llegada de los médicos a la ciudad.

Don Taborda. Apodado "Cacho" vecino de la localidad.

Vivero Diharce. Vivero de importantes dimensiones que estaba a metros de la Estación Ingeniero Pablo Nogues (hoy zona de Hospitales y el COM).

Pancho Molina

Bailanta “La Paraguaya”. Una de las primeras bailantas de la localidad de Grand Bourg y que funcionó en la esquina de Nazca y Paso de los Patos. 

“Viejo” Duilio. Refiere a los hermanos dueños del Tambo de Juan y Carlos Dulio. Conocido como "La Pastería". 

La historia detrás de la imagen, los vecinos hacen historia 

José Manuel Pires recuerda “El Bar de Espina, también conocido como “la Puñadada”, por las peleas que se armaban en el boliche. Don Giuliano, su hijo Carlos se casó con mi hermana mayor. De Crevay éramos clientes, “Cacho” Taboada, amigo de siempre, los Duilios vecinos de toda la vida, tal vez de los más antiguos, como los Dragui, en la casa de la abuela Reiler nació mi primera sobrina, mira si tengo recuerdos de aquel Km 36!”. 

También nos comenta sobre la “abuela Crevay” que “era partera y “mano santa”. Ante la ausencia de médicos, acudíamos a ella, a mí en particular, boyereando (*) las vacas de mi vieja, me apretó mal un caballo, la abuela me curó”. 

Daniel Deanna aclara la localización del “Bar de Espina”, Fue el primero que tuvo billar, estaba en Francisco Beiro y Chacabuco (esquina), creo que todavía vive la hija ahi, el que estaba en la estación era el “Jockey Club” que se juntaban todos”. 

(*) Expresión “Boyerear” deviene de “Boyero” que es la persona que guarda o conduce bueyes.

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