"Viajar en el Belgrano en un peligro" decían


Por Jorge Colmán. "Viajar en el Belgrano en un peligro" decían

Corría febrero de 1974 y el Diario "Noticias" publicaba una nota de como funcionaba la violencia institucional en el FFCC Belgrano Norte.

La nota esta fechada en el martes 5 de febrero, en la página 5, donde se destaca la falta de seguridad en las formaciones. Pero no se trata de ladrones que suben al tren y hacen desmanes, sino mas bien de los guardas y policías que al ritmo de la cachiporra bajaban del tren a los pasajeros que cometían el "delito" de dormirse y pasar de largo de su destino.

La nota denuncia que el 29 de enero "Vecinos de la zona de Grand Bourg denunciaron ayer que se vive "un clima de agresión permanente" en el Ferrocarril Belgrano a raíz de los procedimientos utilizados por la policía ferroviaria en su labor de control para evitar viajes sin boleto" afirma el periódico.

La raíz de la nota es el maltrato a un grupo de jóvenes que viajaba sin boleto "El incidente culminó con una gresca que involucró a varios pasajeros y dejó un saldo de seis heridos, tres de los agentes resultaron lesionados e igual número de pasajeros recibieron impactos de bala calibre 45". 

¿La vida vale un boleto de tren? es evidente la falta de pericia por parte de la policía ferroviaria, que debió efectuar disparos sobre los pasajeros ante una falta menor (no pagar boleto). Pero cuando la relación de fuerzas los favorecen el trato se pasaba de cobarde "Cuando los guardias reducen al infractor, lo llevan hasta el furgón de atrás, donde suele viajar la brava, a menudo con perros, y allí lo identifican y luego lo golpean salvajemente" destaca.

En la época presentar la denuncia en la policía tampoco era suficiente y así lo afirma Roberto Peregrino Salcedo, que por dormirse fue encadenado y golpeado por el delito de "dormirse" (algo que le habrá pasado a más de uno de los que viaja a diario), quien además "se ofreció para reconocer a los agresores (pero que) nunca fue llamado a testimoniar". 

Otro incidente ocurrió en Km 30 (Adolfo Sourdeaux) donde un grupo de personas acompañaba a uno de ellos descompuesto y que en forma intempestiva los guardias ferroviarios se bajaron armados y les dieron una paliza "con cachiporras y culatas de las armas". Pocos toman la actitud de Roberto Peregrino, el miedo era la herramienta para disciplinar en la época.

Las palizas en los ferrocarriles no era algo nuevo. Ya en películas norteamericanas se podían ver soberanas palizas a los "polizones" que viajaban a escondidas para no pagar boleto. Llegaban incluso a tirarlos por la puerta dejándolos tirados al costado de la vía. 

En el film "Emperor of the North Pole" inspirada en Oregón de 1933, los vagabundos sin trabajo se desplazan de un estado a otro viajando clandestinamente en los trenes, el número uno es el "Emperador del Norte" (Marvin), llamado así por su astucia para burlar a los guardas ferroviarios. Allí un sádico e implacable maquinista que se arroga el derecho a tirar del tren a quien no pague el boleto. Lo mismo pasaba en aquella época en el FFCC Belgrano, que como amos de los rieles se creían con derecho a golpear pasajeros sin boleto.

Dos años después el miedo de las cachiporras y las armas se transformará en terror cuando el golpe de estado termine imponiendo su modelo político y económico. Los tiempos han cambiado y el estado de derecho a avanzado y ahora el pasajero sabe que "dormirse" y no pagar un boleto no le va a costar la vida, al menos un dolor de cabeza por los trastornos de la falta.


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