La iluminación, una lucha en los primeros barrios de Malvinas Argentinas

Por Jorge P. Colmán. Luego de los loteos en los años ´40 y ´50 comenzó el proceso de edificación de las viviendas y con ellas las diferentes demandas de la comunidad para hacer de los mismos un lugar confortable y seguro.

Esta demás decir que el loteo solo dejaba sobre la tierra los mojones que separaban un lote del otro, el hacer la vivienda dependía de los recursos de los vecinos que poco a poco comenzar a trabajar el problema de la seguridad en calles polvorientas o llenas de barro los días de lluvia.

El "alumbrado, barrido y limpieza" era una taza municipal que no se cumplía en los primeros loteos. Unos de los primeros reclamos será entonces el del alumbrado público. En ambas décadas la iluminación dependía, entre otras tantas cosas de la "bajada de electricidad" que realizaba la empresa SEGBA. Esto muchas veces era parte de negociación con la empresa y el tendido muchas veces era costeado por el vecino "a cuenta de futuras" facturas del servicio eléctrico. 

No ocurría lo mismo con la iluminación, de esto se ocupaban los vecinos y se realizaba con focos incandescentes que duraban poco y se rompían con facilidad. Malvinas Argentinas era una especie de patio trasero del viejo General Sarmiento y estuvo mucho tiempo postergado este servicio. Hacia los años ´60 y ´70, se produce un progresivo en la tecnología de la iluminación de la vía pública, con la aparición de nuevas lámparas, basadas en general en la descarga de gases de diferentes elementos. Los cambios aparecen en el rendimiento energético medido en la relación lumen por watt, es decir energía luminosa entregada por energía eléctrica en unidades de tiempo. 

La lámpara de vapor de mercurio de alta presión que consisten en un tubo de descarga de cuarzo relleno de vapor de este elemento. Esto permitió una intensidad luminosa en forma considerable a la anterior, con una vida útil muy larga, ya que según se ha comprobado, rendía hasta unas 25.000 horas de vida.

Los vecinos contrataban para obtener iluminación a empresas locales, una de ellas fue "José Eduardo Toscano e Hijos"(Una sociedad inmobiliaria y comercial) que quedaba en la calle Prudencio Murguiondo 555 (Hoy Calle Francisco Seguí-lado Norte) de Grand Bourg, ha mediados de los ´60 y principios de los ´70. Esta se encargaba de la "iluminación a vapor de mercurio y tendido de redes" de aquellos barrios que se comenzaban a organizar.

Muchas veces la gestión de negociación la realizaba la "Sociedad de Fomentos" de cada uno de los barrios y otras en forma particular por cada uno de los vecinos. La planificación de la iluminación barrial por parte del municipio (Gral. Sarmiento) va a venir luego, ya mas avanzado la década del ´70 y los ´80, aunque hay todavía barrios donde la iluminación es escasa. 

Otra innovación tecnológica es la que se vive hoy, con la llegada hace casi una década de la iluminación por LED, aunque esto es algo que recién se esta reemplazando a las viejas luces "de mercurio" como vulgarmente se la conoce.


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